domingo, 28 de mayo de 2017

Cerrada de Utrero

Uno de los parajes más espectaculares y accesibles de Cazorla, Segura y Las Villas es la Cerrada de Utrero, que es un estrecho rocoso por donde se abre paso el incipiente río Guadalquivir, y que podemos recorrerlo en su integridad por un sendero estrecho y tortuoso y un tanto peligroso sobre todo si está mojado. 


El acceso al mismo se encentra a 17 kilómetros de Cazorla, tomaremos el cruce del "empalme" que va hacia Vadillo-Castril y antes de acceder a esta la carretera sigue de frente hacia el punto de información de la Cerrada de Utrero. Hay un kiosco bar, un puente y una zona de aparcamiento a uno y otro lado. El comienzo de la ruta es justo al comienzo del puente viniendo de Cazorla.




Se trata de une estrecho y sinuoso sendero, con poco desnivel, bien señalizado y con cuerdas y vallas que nos protegen de los grandes desniveles por los que pasamos. Aún así es peligroso si vamos con  niños o un calzado inadecuado. Simplemente hay que ser un poco prudente para evitar accidentes.


El sendero en total son menos de dos kilómetros y lo más espectacular se encuentra hasta llegar al embalse de la central eléctrica ya en desuso. Donde tendremos unas vistas buenas de todo el río, las paredes que lo encajonan, la cascada de esa central y si tenemos la suerte de ir a verlo en temporada de lluvias podremos ver la Cascada de Linarejos y que nosotros no pudimos ver en reciente visita.






A partir de aquí el sendero es más amplio y cómodo y las vistas al valle son preciosas, giraremos hacia la izquierda separándonos del río y una pequeña subida nos llevará a un bonito mirador. Antes pasaremos por el borde del Peñón del Lanchón donde tendremos oportunidad de observar aves rupícolas, incluso algún que otro buitre leonado posado.


Tan solo nos queda llegar a la carretera y girar hacia la izquierda donde a pocos metros está el kiosco y el puente donde iniciamos el sendero.


viernes, 26 de mayo de 2017

Refugio La Zarza desde el Puerto de Las Palomas

Un poco antes de llegar al Puerto de Las Palomas, en Cazorla, se encuentra el comienzo de una ruta que coincide en parte con la de "Bosques del Sur", se trata del carril que nos lleva hasta el Refugio la Zarza. Una ruta que nos muestra dos imágenes contrapuestas, por un lado está el Valle del Guadalquivir flanqueado por sierras a ambos lados de alturas considerables y por el otro las enormes extensiones alomadas de la campiña de Jaén, en la que el olivo es la estrella indiscutible.Toda la ruta discurre por un carril en perfectas condiciones y con poco desnivel. Son unos siete kilómetros de recorrido que debemos hacerlo también a la vuelta si no queremos seguir hacia otros destinos y posibilidades que ofrecen estos parajes.




Atravesaremos una cancela nada mas comenzar que debemos de dejar cerrada a nuestro paso, existen cartelería e información suficiente y clara en toda la ruta.


Al comienzo veremos una zona despoblada debido a un reciente incendio y del que el monte se recupera poco a poco, pero a lo largo del día veremos una excepcional muestra botánica y faunística compuesta por pinos laricios, negrales, encinas, quejigos, sabinas, enebros, majuelos, cornicabras donde tienen las condiciones ideales para vivir gran cantidad de herbívoros, aves y los carnívoros que se nutren de estas.




No es nada raro que a cualquier hora del día se nos crucen cabras montesas, muflones, ciervos y jabalíes, pero lo más normal es que lo hagan a primera o última hora del día. Y sobre todo si vamos en silencio.


Enormes y fantasmagóricos pinos se nos mostrarán, algunos con viejos carteles alertándonos sobre los peligros del fuego, algo que debemos de seguir teniendo muy presente.




Los quejigos y sus formas peculiares.





Una pronunciada bajada y luego su posterior subida hasta un pequeño collado nos dejará practicamente a las puertas de nuestro final de etapa. Son unas dos horas de ida y otras tanta de vuelta y merece la pena tomarse el camino con tranquilidad y disfrutar de las vistas que tendremos durante todo el recorrido.








jueves, 25 de mayo de 2017

Laguna de las Cañas. Viana

En Viana, Navarra, se encuentra el embalse de Las Cañas, una zona que es de especial conservación por la gran variedad de avifauna que la puebla, tanto en su lamina de agua como en la bien conservada vegetación palustre que la rodea. Aunque anteriormente era un embalse natural o laguna endorréica, actualmente se encuentra regulada por un dique de contención y canales de drenajes que modelan su capacidad.


Es un bastión privilegiado de los avetoros, garza imperial y martinetes. Además destaca la gran variedad de aves acuáticas nidificantes, limícolas, rapaces, paseriformes y un largo etcetera puede ser observado en esta laguna dependiendo de la época en la que se visite.


Dispone de un observatorio de aves con prismáticos y telescopio a disposición del visitante, así como toda la información que se necesita para visitar el paraje. También existen visitas guiadas en determinadas épocas del año.



miércoles, 24 de mayo de 2017

Tarabilla Común

Una de las aves que más fáciles de fotografiar son sin lugar a dudas la tarabilla común, Saxicola rubicola, que desde sus posaderos, normalmente sobre pequeños y prominentes arbustos, agita su pequeña cola y emite un chirriante sonido como si estuviese golpeando dos piedras. Viven todo el año en parejas y crían en cualquier parte de la península ibérica.


Durante el perídodo estival es muy fácil reconocer al macho con cabeza y dorsos negros y el pecho castaño rojizo, que durante el invierno tiene tonalidades más pardas. En cambio la hembra mantiene esos colores pardos durante todo el año, y es que ellos deben de exhibirse con colores llamativos ante ellas y ellas deben de ser mucho más discretas para evitar llamar la atención de los depredadores durante la cría.




martes, 23 de mayo de 2017

Castillo de La Iruela

Dicen que La Iruela, Jaén, se encuentra a "la sombra de un castillo" y a fe que es cierto, la fortaleza asentada sobre una prominente roca se yergue sobre el pueblo y es un símbolo de esta población. El paseo hasta su empinada torre de vigilancia es una experiencia que no debemos dejar pasar si nos acercamos por este bonito pueblo. Para ello lo mejor es dejar el coche justo en la carretera hacia la sierra justo debajo de la roca que sostiene al castillo, hay habilitado una pequeña zona de aparcamiento. Luego tomaremos la calle de enfrente, bastante empinada y comenzaremos con paciencia la subida.




Avanzaremos hasta una pequeña plaza con una fuente y al lado un camino que en varios zig zag nos lleva hasta casi la entrada del castillo.


El mismo se encuentra asentado sobre la misma roca y su origen es musulman y una torre vigía domina visualmente gran cantidad de terrenos de media provincia.



Los restos de la iglesia de Santo Domingo de Silos se encuentran a los pies del castillo, y fue incencidado en 1804 por las tropas francesas como venganza por la poca hospitalidad que le brindaron los vecinos.











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