viernes, 29 de agosto de 2014

Tajo de las Escobas, Los Alcornocales

Un lugar sensacional con vistas espectaculares de la Bahía de Algeciras, el Estrecho de Gibraltar, la Sierra de Cádiz, Serranías de Málaga y África es el Tajo de las Escobas, un sendero que en poco más de 10 kilómetros de constante subida podemos realizar desde el área recreativa El Bujeo, en Algeciras.


El recital de vistas que nos ofrece esta ruta comienza poco después de iniciada la misma desde El Bujeo, donde podemos dejar el coche, cuando a nuestra izquierda se nos presenta el estrecho con África al fondo.


La primera parte discurre paralela al canuto del río Guadalmesi, el cual podemos hacerlo simplemente bajando a su orilla y continuando por ella hasta que termina y nos unamos a la pista por la que vamos. Eso evidentemente alargará un poco más la ruta.


Pronto podremos ver a lo lejos y en todo lo alto de la loma una serie de antenas que culminan el Tajo de las Escobas y que son el final de nuestro largo recorrido.


En aproximadamente una hora estaremos en el alto del palancar, un cruce de caminos en el que existe un campo de molinos eólicos, los cuales una vez que los tienes de cerca puedes observar lo grandes que son y el ruido que hacen cuando están mecidos por el viento.


El viento es el rey de estas tierras y así lo demuestran las formas fantasmagóricas que adoptan  los pinos y que son moldeados por la fuerza del levante.


Aquí tomaremos el camino de la derecha por el que sigue nuestra pista y pasa por un fenomenal bosque de alcornoques.


Los pinos de repoblación toman el relevo de las quercíneas y podemos admirar enormes ejemplares que igualmente son "mecidos" a su antojo por el dios eolo.


A partir de este momento la pista se empina considerablemente y es donde podemos admirar un extraordinario bosquete de quejigos de bellas formas.



Nos quedan las últimas rampas y ya divisamos el final de la etapa, unas horripilantes antenas que sin embargo no logran quitar la belleza del lugar (¡¡¡y mira que hay antenitas!!!).


Las vistas comentadas anteriormente se nos ofrecen ante nuestros ojos, si a ello le acompañamos una buena vianda el restaurante no puede tener más estrechas michelin.








miércoles, 27 de agosto de 2014

Espot, recibidor de San Maurici

El pequeño pueblo de Espot, en el pirineo de Lleida, es un autentico recibidor de visitantes que buscan adentrarse en el Parque Nacional de Aiguestortes y San Maurici, y evidentemente este es su principal fuente de ingresos, ya que vive en gran parte de los beneficios que deja la multitud de personas que buscan las infinitas posibilidades de disfrute de la naturaleza que tiene este espectacular valle del mismo nombre que el pueblo.


Si vamos por la carretera que une el puerto de la Bonaigua con Sort nos encontraremos con la desviación hacia Espot y en poco más de 7 kilómetros de una aceptable carretera estaremos a la entrada de dicha localidad. A la entrada del pueblo tenemos una gran zona de aparcamiento en la que es recomendable dejar el vehículo, ya que dentro del pueblo hay pocos lugares, afortunadamente, para ello.


Tipico pueblo pirenáico en el que destaca la arquitectura basada en la piedra, su pequeña iglesia y un puente sobre el río Escrita que desciende caudaloso desde las entrañas del parque nacional.


Tiene numerosa infraestructura para alojarse y que nos sirva de "campamento base" para recorrernos no solo San Maurici sino otras zonas cercanas del Pallars Sobirá.






lunes, 25 de agosto de 2014

La Dehesa de Abajo, a las puertas de Doñana

La Dehesa de Abajo, muy cerca de Doñana, es un paraiso para los naturalistas en general y para los ornitólogos en particular. Un conjunto de ambientes que se juntan para conformar un espacio único donde poder observar todo tipo de aves y animales durante todo el año y en unas condiciones ideales para la fotografía.




En los límites del Aljarafe sevillano y la Doñana profunda se encuentra esta laguna rodeada de acebuches, encinas y dehesas que son parada obligatoria de cualquier amante de la fotografía y las aves. En este entorno es fácil observar aves como la focha cornuda, ansares, tarros blancos, milanos, cigueñas, flamencos, espátulas, etc.


En el término municipal de la Puebla del Río este paraje puede ser disfrutado de muchas formas. Tiene un centro de interpretación con restaurante y exposiciones abiertas al público, senderos que recorren no solo este lugar sino otros cercanos y que son posible hacer a pie o en bicicleta, tienes la posibilidad de hacer rutas guiadas, en definitiva todo un referente que te acerca a conocer diversos ambientes de gran riqueza faunística.



Para acercarnos a esta zona deberemos de ir desde Sevilla dirección Coria y la Puebla del Río y cuando lleguemos a una pequeña rotonda que nos indica hacia Isla Mayor, ahí tomaremos la salida anterior dirección Doñana, Centro Jose Antonio Valverde y Dehesa de Abajo. A unos cientos de metros nos aparecera la entrada a la derecha que nos conduce a un aparcamiento para dejar el coche y visitar la zona andando.





La cantidad de aves que tiene la laguna y sus alrededores es digno de admiración y la panacea para los amantes de la fotografía.






Uno de los senderos mas gratificantes y sencillos de realizar es el que nos acerca hasta los miradores que están junto a la laguna. Desde ellos y provistos con prismáticos nos será muy fácil observar la gran cantidad de aves que se alimentan en estas aguas.



viernes, 22 de agosto de 2014

Valle de Sorteny-Estany Blau. Andorra

El parque natural de Sorteny, en Andorra, es un lugar ideal para la realización de multiples senderos y tambien para conocer un lugar donde la riqueza botánica, faunistica, paisajística es más que notable. Para acceder al centro de recepción debemos de tomar la carretera que va hacia la estación de esqui de Ordino-Arcalis y a mano derecha nos apareceran las indicaciones.


Llegamos a una zona de aparcamiento con una caseta de información donde nos atienden muy amablemente y nos recomendaran la ruta que mejor nos venga a nosotros, siempre dependiendo de nuestras capacidades, tiempo, etc.


La ruta que os proponemos sale de la misma caseta y nos conducirá hasta la frontera con Francia y luego al Estany Blau, un coqueto lago de montaña que se encuentra a unas dos horas y media de marcha.


El sendero está perfectamente marcado y tras pasar por un bosque de pinos negros y tras una pequeña ascención estaremos en el Valle de Rialb y paralelos al río con el mismo nombre. Aqui se suaviza el camino por el valle.



Cuando lleguemos al refugio de Rialb nos aparecen unos carteles que nos indican la dirección hacia la derecha que debemos seguir, a partir de este momento el terreno se vuelve ha inclinar dirección el Port de Siguer y el de Banyell.


Conforme ascendemos tenemos bonitas perspectivas del fondo del valle.



El sendero serpentea por la ladera y al fondo arriba ya vemos nuestro destino.


Al llegar al Port de Siguer, con algo más de 2400 metros de altitud, las vistas del lado frances son espectaculares, con el Estany Blau abajo a la derecha.


La tropa descansa y repone fuerzas en forma de bocatas en un restaurante con vistas de lujo. Son aproximadamente dos horas y media las que hemos invertido. Es recomendable hacerlo en verano e informandose de que las condiciones meteorológicas sean aceptables. Recordar que estamos en la alta montaña y que hay que ser precavidos.



miércoles, 20 de agosto de 2014

Los Abejarucos del Abalario. Doñana

La naturaleza suele sorprendernos todos los días por mucho que pasemos días y días en el campo, comprobamos como los animales en general y las aves en particular son muy recelosas, sobre todo en época de cría y en zonas cercanas a sus nidos. Pero en una visita reciente al entorno del Parque Nacional de Doñana y recorriendo, en coche, la zona de carriles del Abalario descubrimos como los abejarucos tienen sus nidos justo al lado del carril.


Fue una sorpresa maravillosa la que nos llevamos cuando veíamos como con total tranquilidad estas coloridas aves hacen sus boquetes en el suelo arenoso, escarbando con sus patas,  paralelo a los carriles, se posan en los cables eléctricos, se lanzan una y otra vez a la caza de insectos y se meten en los nidos para alimentar a la prole.



Sin camuflaje, sin protección, a la vista de todos, los abejarucos (Merops apiaster) cazan, anidan, procrean y realizan vuelos acrobáticos sin importarles los que por allí pasen (que realmente no son muchos). Son cientos los nidos que tienen en esa zona y verdaderamente son un espectáculo que desde el coche disfrutamos.





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