miércoles, 30 de abril de 2014

Área Recreativa Los Quejigales, Sierra de las Nieves

Un lugar que no hay que dejar de explorar intensamente es sin lugar a dudas la Sierra de las Nieves y el área recreativa "Los Quejigales" puede ser un punto de referencia para multitud de excursiones por estas únicas y ventosas tierras rondeñas.



El acceso a esta área de recreo es desde la carretera que une Ronda con San Pedro de Alcantara (Málaga), a la altura del kilómetro 15 nos saldrá a nuestra izquierda las indicaciones pertinentes. Tan solo deberemos de seguir el carril semiasfaltado que nos acercará a este lugar recóndito de estas serranas tierras.


El lugar está acondicionado para pasar un día de campo, con barbacoas, mesas y sillas e incluso servicios. Es de admirar el buen estado de conservación y la limpieza del entorno. No hace falta decirlo pero no está de más que dejemos las cosas, por lo menos, como las hemos encontrado.




 A partir de este punto podemos acometer distintas excursiones que serán de mayor o menor exigencia en función de las ganas que tengamos de andurrear. Eso si hay que tener muy en cuenta la climatología ya que tanto el frío como "la caló" son normalmente un tanto extremos. Por ello no está de más llevar gorra para el sol y ropa de abrigo contra el viento, amén de que el día esté nublado o con posibilidades de lluvia. Animaros a conocer esta zona que no os defraudará.


lunes, 28 de abril de 2014

Sendero Cerro del Tambor. Parque Natural del Estrecho

Un reciente descubrimiento ha sido el sendero del Cerro del Tambor, a caballo entre dos parques naturales el del Estrecho y Los Alcornocales, en la divisoria de aguas de dos grandes mares (Mediterraneo y Atlántico) y casi entre dos continentes (África y Europa). Dificilmente encontremos tanta variedad en tan poco espacio.


El inicio se encuentra en la carretera de servicio paralela a la nacional 340, que une Tarifa con Algeciras, a la altura del kilómetro 96 en la barriada del Pelayo dirección Algeciras. Se encuentra justo a la entrada del centro de visitantes Huerta Grande.


Tomaremos el camino de tierra que sale de una pequeña zona de aparcamiento junto a la carretera y este camino lo seguiremos durante 5,5 kilómetros, hasta 500 metros antes del final que hay un sendero.


Desde el comienzo ya comenzaremos a tener unas bonitas vistas de la Bahía de Algeciras con el Peñón de Gibraltar al fondo.



Bajaremos una pronunciada cuesta y llegaremos a un cruce de caminos que tomaremos hacia la derecha, al fondo ya comenzaremos a ver el final de nuestro trayecto y más allá las costas de África.


Alcornoques y acebuches, algunos de gran porte, serán acompañantes de gran parte del camino.



Si además vamos en época primaveral la explosión de aulagas es sencillamente espectacular.


Incluso pasaremos por un bosque de ribera muy bien conservado a la altura de unos cortijos y estancias ganaderas.


Unos metros más adelante tendremos que afrontar una pequeña subida que nos llevará hasta un parque eólico, muy cerca ya del final del trayecto.


Cuando la pista comienza a bajar deveremos de tomar el camino de la izquierda y luego otra vez hacia la izquierda, justo al lado de un enorme molino. Llama la atención lo grandes que son y el ruido que producen.




A partir de aquí tendremos que pasar un estrecho sendero sembrado de aulagas en flor que conforman una bella estampa primaveral.



El final es un antiguo bunker, regenerado como mirador, en un entorno envidiable y con unas vistas realmente asombrosas y peculiares.


La Ensenada del Tolmo, la Punta del Acebuche, África, el Jebel Musa... cetaceos, la migración de aves hacia África o Europa, dependiendo de la época. En definitiva un más que completo día de senderismo el que podemos realizar con tan solo acercarnos en aproximadamente una hora y media a este lugar tan peculiar del Parque Natural del Estrecho.





Una foto de la "patrulla" con el Estrecho y África al fondo para recordar los buenos momentos vividos.




jueves, 24 de abril de 2014

La Marisma Madre, Aldea del Rocio, Doñana

Creo que la primera parada que hay que hacer para comenzar a conocer la inmensidad que representa el Parque Nacional de Doñana es en la Aldea del Rocío y observar el conjunto que conforman la Marisma Madre y la ermita que aloja a la Blanca Paloma. No hay lugar en el mundo donde se unan tanta devoción religiosa con tanta variedad ornitológica.



Indudablemente invierno y primavera son las mejores épocas, pero cualquier día del año puede presentar una sorpresa, una variedad, una especie única, un momento irrepetible. Esta gran laguna que se forma antes de pasar el puente de la canariega es el primer paso que hay que dar para comenzar a comprender la idiosincrasia de Doñana. Es admirable observar como el hombre y las aves conviven en una lucha constante por sobrevivir en un ambiente que llega a ser insoportable, en determinados momentos y lugares, para los miles de pájaros que visitan o viven permanentemente en estos parajes tan singulares.



Anátidas, ardeidas, rapaces, limícolas... en cantidad y variedad podemos observarlos a muy pocos metros y para ello debemos de pasear por la zona inmediata a la ermita en primer lugar y luego debemos de trasladarnos hacia el puente antes mencionado, aparcar el coche y montar telescopio, prismáticos y cámara de fotos. Tan solo nos queda esperar a que las aves se nos muestren ante nosotros.



La contemplación de la Marisma Madre y al fondo la ermita del Rocío al fondo y en primer plano tanta variedad de aves es un espectáculo sin igual, sobre todo si tenemos en cuenta que en la famosa romería se pueden acumular más de un millón de personas. Pero además es que cualquier día de todo el año el trasiego de personas, coches, caballos, etc es incesante y las aves se han llegado a acostumbrar a todo este ajetreo y parecen como un adorno más a tan bello lugar.





En esta zona han acondicionado varios observatorios, aunque realmente cualquier lugar detrás de la valla que delimita el parque nacional es bueno para la observación de aves. Este puede ser el epicentro para cualquier ornitólogo que quiera conocer Doñana y a partir de aquí empezar a recorrer, lo que nos dejan las restricciones, las marismas, arenas, pinares, arroyos, etc que componen el autentico paraíso para pájaros y pajareros.


miércoles, 23 de abril de 2014

Archibebe Patigualdo Chico, un Yanki en Bonanza

Las salinas de Bonanza son un santuario para los pajareros, su cercanía con el Coto de Doñana, sus lagunas interiores, los pinares cercanos, el río Guadalquivir, en definitiva un paraje en el que muchos aficionados a la ornitología disfrutamos de muchos momentos viendo lo que más nos gusta. Y además es lugar adecuado para ver especies no frecuentes por esta zona gaditana, prueba de ello es este archibebe patigualdo chico (Tringa flavipes) que sorprendimos junto a otros limicolas alimentandose en unas someras aguas saladas.


La curiosidad es que este pájaro es que cría en América del Norte e iverna en América del Sur y por lo leído es poco habitual sus citas por la zona sur de España.


Las citas por España se dan sobre todo en otoño y hasta diciembre, aunque luego hay otro pico durante los meses de abril y mayo y es ahí donde lo hemos podido observar. No es que seamos muy amantes de andar buscando rarezas pero si alguna como esta aparece no desaprovechamos para inmortalizarla y mostrarla en este blog.


lunes, 21 de abril de 2014

Centro de Visitantes Huerta Grande. Parque del Estrecho y Los Alcornocales

El centro de visitantes Huerta Grande ha sido una agradable sorpresa para nosotros ya que es algo más que un edificio donde conocer algo de lo que podemos ver en los parque naturales del Estrecho y Los Alcornocales. Se trata de un espacio educativo, lúdico, informativo, de esparcimiento, etc. Sinceramente pensamos que se trata de un dinero bien invertido y gestionado por la Administración Pública y que los ciudadanos podemos disfrutarlo al 100%.


Se encuentra situado en plena carretera nacional 340 a la altura de Pelayo, entre Algeciras y Tarifa, en una vía de servicio hay un lugar cómodo para aparcar, y recomendamos dejarlo aquí arriba junto a la carretera, a pesar de que es posible llegar en coche hasta la entrada del centro.


 Y es que los poco más de 200 metros que separa este aparcamiento de la entrada al recinto merecen la pena recorrerlos porque son una pequeña muestra del parque natural de los Alcornocales.


Una frondosa vegetación característica de la zona y abundante agua nos acompañarán en este corto pero agradable paseo.



 Luego ya tendremos acceso a todo tipo de información en el centro y seremos atendido con amabilidad y conocimiento del medio. Dispone de un sendero que recorre toda la extensión que tiene el complejo, y además una zona dedicada a la fotografía de aves paseriformes. Se trata de un pequeño observatorio desde el que podemos "afotar" las pequeñas grannivoras que acuden a los comederos artificiales que han colocado.



Además hay un jardín/huerto en el que nuestros sentidos disfrutarán de distintas sensaciones visuales y olfativas.


Cualquier época del año es buena para visitarlo pero la primavera es una autentica explosión de olores y colores. Os recomendamos fervientemente que visitéis este centro de visitantes en el que podéis informaros de otros senderos de ambos parque naturales.


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